Fargo, la mejor serie del año que no estás viendo.

«¡¿Cómo?!, ¿Fargo no es una película?”. Sí, puede que muchos se estén preguntando esto… así es, Fargo ha llegado al mundo de la televisión ¡Y vaya de qué manera!. La clásica película de los Hermanos Coen estrenada en 1996 ahora es traída a la pequeña pantalla con una historia totalmente distinta que no ha hecho más que crecer episodio a episodio convirtiéndola en, junto a True Detective, el mejor estreno de lo que llevamos de 2014.

La historia es un poco difícil de explicar y, créanme, es mejor ver la serie sin saber de qué trata la trama para poder sorprenderse y engancharse rápidamente con un primer episodio intenso. aunque es un poco desgraciado comparar el largometraje original y el show televisivo (porque aquella película es mucha película, desde luego), esta serie es una hija más que merecedora del nombre de su padre… pero vamos, está es una crítica de series. Para hablar de películas ya pululan bastantes.

Fargo nos lleva a un pequeño pueblo de Minnesota donde nos encontramos a Lester Nygaard interpretado por un tremendo Martin Freeman (Sherlock, The Hobbit), un pobre vendedor de seguros con una vida miserable, una insoportable esposa y exitoso hermano. Un día, sin quererlo, se topa con Lorne Malvo (Billy Bob Thornton) que lo hará tomar una decisión que sacará lo peor de su vida dándole un giro de 180 grados desencadenando caos en su entorno. Varias son las situaciones que debe resolver Molly Solverson (Allison Tolman), una agente de policía que se deja llevar por la intuición para poder resolver los múltiples asesinatos que comienzan a ocurrir en un pueblo que, al parecer, no es tan calmado como se ve. Entre otros personajes, podremos reencontrarnos con Bob Odenkirk (el eterno Saul Goodman de Breaking Bad) como el escéptico e inepto jefe de Policía Bill Oswalt.

La llegada de Fargo a la televisión puede ser un buen pretexto para llenarse un prejuicio comparando lo que pasó en la película y lo que podemos ver en pantalla. Pero todos los personajes brillan con luz propia. A medida que va avanzando la historia no hace más que crecer en intriga, suspenso, drama y ese toque de humor negro que tanto caracteriza a los Hermanos Coen en el cine.

Fargo, la serie. está tratada impecablemente, con escenarios de nieve que llegan a dar frío, tiros de cámara insinuantes y secuencias que ya se las querría cualquier película con mayor presupuesto. en 10 episodios nos trae una historia cerrada que se pasa volando, la serie te agarra y no te suelta en un espiral de tensión extrema aderezado con un final redondo.

Resumiendo, la “nueva” Fargo es una serie con momentos absurdos, ironía, racionamiento, drama, crímenes y humor negro, aderezada con falsa amabilidad. Esta serie es una apología del error, como una bola de nieve, literalmente, que crece desmedidamente acorde nos vamos enterando de situaciones. Es un reflejo del descontrolado, desconocido e inexplicable comportamiento humano y su transformación.